El remolino de la oscuridad,
Me silenció, inconsciente.
Como otra ascendencia,
a la eternidad,
a la muerte.
En esa esquina,
Cuantas lágimas derramadas,
Para dejar crecer esa flor...
Soledad,
Así la llaman.
-Entre fantasmas aquí-
Sufriendo, pero aún de alma viva,
aún solitaria, aún divina.
Sus frías garras besaron las mías.
-Y así me perdí-
Apagaré cada palabra
Que manche de blanco esta oscuridad
Facciones de diamante
entre cada sombra,
en la noche de cristal.
Y bajo la lluvia, lloraré.
En el más temeroso frío,
Jugaré.
Por cada pecado,
Pereceré,
y en ese río,
Me desvaneceré.
Ay... Maldito dulce veneno, soledad...
Lo siento, Raven, hoy no tengo ni foto... xD
LyraGothe,,
domingo, 16 de noviembre de 2008
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